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Eso significa que guarda la información, la frecuencia y la energía de todo aquello que entra en contacto con ella: ¡tiene memoria!
Sabemos que esto puede ser un poco difícil de creer y que cuestiones la fuente de nuestra información. Por lo mismo, hoy te queremos contar sobre Masaru Emoto y su libro "Los mensajes del agua".
Masaru Emoto es conocido como el profeta del gua. Nació en Japón y dedicó gran parte de su vida a la investigación de este bien tan preciado. Su misión era convencer al mundo de que el agua es “el alma del universo”, de que es conciencia líquida y de que su estructura molecular registra las vibraciones de sonidos, colores, formas, palabras, emociones y pensamientos.
Sus primeros experimentos consistieron en tomar muestras de agua de distintas fuentes: una de agua pura y otra de agua contaminada (de un río contaminado específicamente). Una vez que tuvo ambas, congeló unas gotas y las examinó bajo el microscopio.
Las imágenes que aparecieron del agua pura tenían forma de hermosos hexágonos cristalinos parecidos a copos de nieve. Por el contrario, el agua contaminada no era un hermoso hexágono sino una forma desestructurada, como si el agua fuera sensible al entorno donde se halla.
Una vez obtenida esta información, Emoto cuestionó si acaso no solo el entorno influía en la estructura del agua, sino que también otros factores. Fue así como continuó experimentando hasta mostrar cómo los pensamientos, las emociones, las palabras, la música, una fotografía, un escrito influyen sobre la estructura molecular geométrica del agua de nuestro organismo.
Emoto expuso el agua en su estado líquido a distintos tipos de música: clásica, jazz o rock, así como también a distintos mensajes en forma de susurro o grito e inclusive mostrándole imágenes al elemento. A partir de ahí, dividió en dos categorías los estímulos a los que expuso el agua:
Tras administrar los distintos estímulos, el japonés procedió a congelar las muestras.
Emoto afirmó que los cristales formados en el proceso de congelación mostraban la información a la que el agua había sido expuesta.
Los resultados le sorprendieron: los estímulos positivos formaban copos con formas simétricas y que se podrían considerar como "bellas", mientras que los negativos daban como resultado formaciones asimétricas carentes de belleza.
Si bien Masaru Emoro escribió varios libros al respecto y en colaboración con otros doctores e investigadores, sus teorías nunca han sido comprobadas.
A pesar de lo anterior, sí se han hecho estudios sobre cómo influye la música en otras formas de vida y se comprobó que sí hay respuesta. ¿Te imaginas quienes pueden ser? Las plantas.
Dentro de los resultados obtenidos de estos experimentos, algunos estudios aseguran que las plantas se ven estimuladas por las vibraciones provocadas por las ondas sonoras propias de la música.
Por otro lado, la comunidad científica defiende que las plantas inclusive tienen una especie de oído que les permite percibir sonidos; incluso poner en acción mecanismos para defenderse de los depredadores y comunicarse entre sí.
Por último, varios estudios han demostrado que las plantas expuestas a música continuamente crecen a mayor velocidad.
Antes de despedirnos, nos gustaría dejarte con una pequeña reflexión:
El cuerpo humano está compuesto por aproximadamente un 70% de agua. ¿Responderá ésta a nuestros pensamientos, emociones y entorno? Recordemos que somos nosotros los que tenemos el poder de decidir nuestros pensamientos.
Los comentarios se aprobarán antes de mostrarse.
